CARTAS A DORA MALENGO
MADRID 9 DE MARZO DEL 2013
QUERIDA
DORA:
Como
ya sabes, el miércoles presentamos mi último libro, “YO, HEMINGWAY, del que
empieza a rebosarme una cierta hartura. En realidad, he tenido que suspender el
trabajo de documentación que venía realizando para empezar a escribir una nueva
novela. Sin embargo, este periodo inicial de promoción es absolutamente
necesario si se quiere que los lectores conozcan tu trabajo.
Pues bien, en cuanto a la presentación del otro día en “La
Fugitiva” fue bastante bien. Miguel Ángel del Arco, que fue mi presentador,
estuvo muy bien en su discurso sobre la novela, muy inteligente, y además tuvo
la ocurrencia de comenzar un diálogo conmigo acerca de Hemingway y su obra, que
contagió al público asistente, y entre todos pasamos un rato muy agradable y
sumamente entretenido. He de agradecer a José Manuel Peñalosa, miembro del
Consejo de RTVE, su presencia. Fue la única representación zamorana que me
acompañó. También fue un honor que asistiera mi buen amigo Rafael Barberá, jefe
de los informativos de Telemadrid.
Luego
nos ofrecieron unas copas de cava y berenjenas fritas, que es la costumbre del
lugar. Al salir, nos fuimos los amigos a tomar unas cañas a un bar de la calle
Santa Isabel, muy cerca de la antigua morgue. En el cañeo echamos de menos a
Curro Guadiana y señora, que tuvieron que irse para atender un compromiso
ineludible. Angelines Hornedo, a la que ahora llaman Geles, me dio para leer
unos folios de su nuevo libro y en cuanto acabe esta carta prometo que me pongo
el mono industrial y cumplo con mi promesa. Angelines trabaja en el programa
“Sálvame” de Telecinco. Mi prima Teresa Debelius pagó sin permiso y como a
escondidas la cuenta del tapeo y eso no está bien ni mucho menos.
Ayer me paseé por algunas librerías de Madrid, las más
importantes en cuanto a nombre y tamaño, y el resultado fue bastante alentador:
el libro está en todas las que visité, es decir: Casa del Libro, El Corte
Inglés y la FNAC. La verdad es que ninguna de mis novelas gozó jamás de tantos
privilegios de presencia. Mi editorial, LAERTES, hace muy bien su trabajo y yo
le estaré eternamente agradecido. Es verdad que la letra es un poco pequeña y
la novela parece más densa de lo que es en realidad, pero una vez que uno
empieza su lectura acaba por acostumbrarse. Algunos de mis amigos me ponen esa
pega a la hora de juzgar la edición, pero yo les digo que han de comprender que
vivimos malos tiempos y no se puede tirar la casa por la ventana, como se hacía
en el pasado. Mi antigua editorial, La Val de Onsera, sacaba buenas ediciones,
esa es la verdad, pero se olvidaba de venderlas, es decir, dejaba de lado la
promoción, la publicidad y, sobre todo, ese capítulo tan importante de conseguir
una buena distribución. De modo que mi agradecimiento a Eduardo Suárez,
director de LAERTES, y a todo su equipo. Gracias a él estoy en las mejores
librerías y me siento importante.
El lunes salimos para Zamora con el fin de ultimar la
presentación del próximo viernes, día quince, en el salón de la Alhóndiga. Esta
vez el presentador será mi buen amigo Paco Villaverde, y Marisol Sánchez Amosi,
concejala de Universidad y Educación del Ayuntamiento de Zamora, la
coordinadora del acto. Me hubiera gustado que mi amiga María José Pérez, bibliotecaria
de Benavente, colaborara también en la presentación, pero se me ha rebotado (eso
sí, deliciosamente) al rechazar por mi parte que la directora de la biblioteca
de Zamora, Concha González, tuviera que evaluar primero el libro para permitir
la presentación en su local. Después de escribir más de dos mil artículos en la
prensa zamorana y tener publicadas ocho novelas, no creo que tenga uno que sufrir
evaluaciones de nadie. Puedo consentir que el Ateneo de Sevilla, como ha sido
el caso, examine primero mi novela antes de presentarla, pero en esa ciudad no
me conoce nadie. También la han evaluado en Marbella. Y puedo decir que ambas
pruebas han sido superadas con creces y que las presentaciones en dichas
localidades se harán los días 11 y 5 de abril respectivamente. Pero ni en
Zamora, donde vivo desde hace treinta años, ni en Trujillo, que es mi pueblo, voy
a consentir evaluaciones previas de ningún tipo.
Dora, amor mío, esto de escribir es un calvario, una lucha
inextinguible, y te aseguro que lejos de mí eres mucho más feliz que lo serías
a mi lado. Tuyo para siempre. Antonio
No hay comentarios:
Publicar un comentario